A qué no sabes quién te tira el cacahuate

Sé que es de no creerse, pero ayer terminé de leer el primer libro del año, de un día para otro. No, no era nada muy largo y la traducción era jorrible, ya que cambió despiadadamente los nombres de un par de personajes. Con ustedes, fantasmas, la primera edición de literatura de éste año, a sólo 8 días de comenzado. 

Originalmente llamado "A través del espejo y lo que Alicia encontró allí" en su traducción más literal -que por cierto la mayoría de las veces no se respeta- ésta historia es un regreso de Alicia al mundo de sinrazones similar al que había visitado antiguamente, pero tal vez éste era un mundo distinto. En su aventura se encontrará con personajes de sus poemas conocidos, personajes, que como siempre no entienden la realidad de la niña y quieren imponer sus propias normas con un carácter invasivo y pretencioso. Sin embargo la misma Alicia ya ha cambiado desde su primera visita y se encuentra en el mundo real hablando con animales y objetos con la mentalidad dada vuelta desde su primera visita. 

En su segundo viaje -ahora que lo recuerdo se me hace similar a los viajes a Narnia- ella se encontrará con un mundo donde las cosas son al revés, donde hay que alejarse de un lugar para ir hacia él, donde hay que correr para mantener el tiempo, donde una galleta seca te refresca, donde la gente se invita sola a una fiesta que el anfitrión no sabía que se organizaba, donde uno se venda la herida, luego grita de dolor y más tarde sangra. Licencias que sólo Lewis Carroll podía permitirse hacer con tanta magnificencia. 

Elegí éste libro para comenzar el año simplemente porque mi madre me lo trajo un día de prestado y llevaba tiempo acumulando tierra sobre la mesa. Hace tiempo leí su "primera parte" aka el primer viaje de Alicia, y mi primer impresión en ambos libros fue "Bueno, no esperaba ésto" y me refiero a que, por ejemplo March adora éstos libros, y me habló tan bien de ellos que esperaba que al leerlos me volaran la cabeza, pero no fue así. En un principio fueron sólo una historia más, pero con el tiempo comprendí la locura, es disparate que Carroll había creado. Pero no era charlatanería de un desquiciado, era lógica dentro de lo absurdo y eso es simplemente genial. Me da una sensación de que Carroll no sabía en absoluto lo que hacía, pero al mismo tiempo controlaba los hilos de cada recodo de su historia. Por mi parte, se merece un aplauso.

He de admitir que la primera parte me ha gustado más que la segunda, pero sin embargo ésta no careció de encanto, la esencia de Alicia estaba intacta, sólo que ya no se asombraba de los disparates, sino que los asimilaba.

De verdad me ha encantado, lo suficiente como para leerlo en unas horas y lo recomiendo a cualquiera que le guste dar un paseo por la irracionalidad -o más bien racionalidad- onírica. Por cierto, no es necesario leerlos en orden ya que son historias consecutivas pero independientes; indispensables en la biblioteca de cualquier lector amante de la fantasía. Saludos fantasmas, les ha hablado el Hatter.