Me quedo o no me quedo?

Buel... Hola. Si, otra vez yo. Vengo a hablar de lo mismo que hablaba desde hacia tres entradas: el libro de turno. Ya hace tiempo que le digo así, "libro de turno". No sé por qué, supongo que fue el nombre que el que se encontró a sí mismo. Como también yo intento buscarme a mi mismo, mi modo de escribir, mi lugar en el mundo. Pero son cosas que requieren tiempo, tiempo que yo amo desperdiciar.
En fin, el libro de turno fue un regalo que me hizo un amigo en mis vacaciones a Colón. El conoce bien mis ideas suicidas y por eso eligió un libro de alguien que, aún perdiendo todo decide vivir. Por cierto, eso fue un spoiler.


Pero como verán ya se spoilea todo en la misma tapa. Ése 'vive por amor' en el centro ya se spoilea todo el puto final. Cuenta la historia de una chica que en un accidente automovilístico pierde a toda su familia y queda en coma. En el estado comatoso tiene una experiencia extra-corpórea. Luego de unas horas se entera de que en ella recae la responsabilidad de la decisión de si quiere o no quedarse y vivir, afrontando a su vida sin su familia. En su estado más crítico, cuando estaba a punto de darse por vencida llega su novio a su lado y él logra convencerla de que la vida vale la pena. 

Me hubiese gustado mucho que terminase mal, me gusta mucho el drama y la tragedia, y casi me salgo con la mía -Por cierto la protagonista se llama Mia- si no fuera por el desgraciado de su fucking novio. Las historias que terminan bien están muy sobrevaloradas. Los autores deben de apreciar el morbo y el masoquismo de sus lectores. 

En fin, fue un libro corto, no me dio la lección de vida que el libro pretendió darme. No lo logró. Y yo en su lugar me hubiera ido a la mierda. Fuck the life. 

De todos modos agradezco el libro, es de los mejores regalos que pueden hacerme, luego de la Playstation 4 o una placa de video potente. 

Un detalle que creo que vale la pena nombrar es que en el principio los personajes se notan muy acartonados, muy perfectos, la charla está demasiado arreglada y le falta naturalidad. Luego ésa sensación se va, no sé si es porque mejora o porque uno se acostumbra. En fin, no tiene una gran redacción, pero por lo visto es una historia que vende. 

Le dejo un 6.54 y me voy, silbando bajito. Adiós.  




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