Más penes

Hola, inútiles y simples seres a base de carbono. Actualmente hace mucho calor, es de ésos días ahogativos que anteceden a una lluvia refrescante, pero la pinche lluvia no viene. En fin... les cuento que hace ya un buen tiempo terminé de leer 'Escucha la canción del viento' y 'Pinball 1973' de Haruki Murakami. Pero aún no sé si reseñarlo o dejarlo con la esperanza de que March lo haga... Si, creo que sería inútil esperar que March lo haga -yo compré el libro luego que ella y ella aún no lo termina... tiene demasiados vicios y su hype, oh god, si hablara de su hype...- Pero en fin, ya la esperé lo suficiente. Aún sigo esperando que haga su entrada sobre 'El psicoanalista' y 'Rayuela'... pero así es March, ignora al blog todo el año y luego se desespera por recuperar el tiempo perdido haciendo dos o tres entradas seguidas...
Igual ¿Qué más da quién haga qué cosa? Después de todo nadie nos lee. Jodidos fantasmas. Si, hablo de ustedes.
Ahora que el blog tiene página... no, no espero que cambie nada, pero tendré para entretenerme hablando con la pared.
En fin, como también terminé de leer el libro de turno, será entrada doble sobre... ¿A que no saben? Si, el jodido Haruki Murakami.

Comenzamos con el libro de sus primeras dos obras, que, por fin han sido traducidas al español:




Nos encontramos con dos obras que no tienen nada de especial, que no transpiran el alma característica del autor, pero al mismo tiempo tienen un no-sé-qué que las hacen especiales. Las leí bastante rápido teniendo en cuenta mi ritmo de lectura aletargado. Una es la continuación de la otra, aunque, como siempre, deja muchos misterios sin contestar, pero a pesar de todo son historias cerradas, que concluyen, no como otras -mira a sus otros libros de Murakami en el anaquel-. El personaje de 'El rata' se hace querer, con sus ideas extrañas y su odio a los ricos, a pesar de que él mismo es uno. La chica con cuatro dedos en una mano es un personaje enigmático que hubiese sido lindo ver en la continuación, pero no, a el autor no le gusta hacer lo que el público quiere, sino lo que le sea más leal a si mismo. Describe también la simpleza que debería de tener el acto de escribir, que tiene que salir de uno mismo sin ser retocado, sin alterar su naturaleza, simple y conciso. Y nos cuenta el cómo Haruki Murakami pasa a ser de un hombre común a un escritor de renombre -gracias a los posers (?- Pero todo lo referido a ello lo cuenta en un prólogo, No tiene mucho que ver con la historia, aunque se trate de un escritor que cuenta tres meses de su vida, tres meses mundanos, pero tres meses que llevarían al autor a sobresalir y ganar el primer concurso que lo haría dar sus primeros pasos en su carrera.

El segundo libro dentro del libro continúa la historia anteriormente dejada, El protagonista crea junto con 'El rata' y 'la mujer' -cuyo nombre no se revela- una agencia de traducciones sencilla. Aparecen enigmáticas gemelas idénticas que se instalan en su piso -le dan masa- y desaparecen de la misma simple forma en la que aparecieron. El rata decide irse lejos, sin saber a dónde, no atreviéndose a jugarse por el amor de la mujer.

No sé qué conclusiones sacar sobre ello, pero fueron buenas obras, sencillas, sin altanería, tal vez demasiado mundanas y demasiado occidentalizadas, pero así es el autor, no intenten cambiarlo.

El siguiente libro fue Tokio blues (Norwegian wood).



Ya que no está Julia yo me auto-haré las preguntas. ¿Por qué decidí leer éste libro? Pues tenía curiosidad por la obra cumbre de mi fijación. Ya le dije a March que para mi próximo libro del autor contaría cuántas veces dice la palabra 'pene', porque realmente la dice mucho. Tokio blues fue una historia de amor. Un amor casi platónico por Naoko, una mujer que jamás lo amó, pero ella le pidió que nunca la olvidara. Y cuando todo pareciera estar encaminándose, se derrumba. Aparece Midori, una chica sin pelos en la lengua, -la adoré todo el libro-, que confiesa gustar de él y lo invita a ver una película porno sadomaso, bien guarra. Entonces Toru Watanabe -Es impresionante que me se me quedaran los nombres grabados, generalente los olvido- debe decidir entre un amor puro por la antigua novia de su amigo -que se suicidó cuando tenía diecisiete años, dejándola sola- y éste nuevo amor guarro (? ok no, no ésa ésa la palabra que buscaba. Amor realista a una mujer de carne y hueso. Cuando parece que por fin ha tomado una decisión ella decide acabar con su vida. Él, destruido comienza a vagabundear por todo japón hasta que decide que ha superado su duelo y regresar a los brazos de la chica a quién había elegido.

Es una historia que contó con cuatro suicidios -una lista bastante grande para una historia sola- y ¿Qué se le va a hacer? Me encantan las muertes, pero ésta vez me encantó el final del libro, a pesar de contar con una escena de sexo inesperado que apareció de la nada y así mismo se esfumó.
Por cierto, ¡LESBIAN SEX! A pesar de contar también como pedofilia ya que la niña tenía trece. Esta juventud precoz de hoy en día.

En fin, el libro me encantó, tanto que casi podría decir que lo volvería a leer. Bien merecido se tiene su éxito, lástima por los posers.

En fin, les dejo un 6.18 y 7.93 respectivamente. Muy buenas obras.

Luego de haber leído éstos dos libros lo he pensado bien y me retracto, seguiré leyendo libros de éste autor, me han fascinado, sobre todo Tokio Blues y tengo ganas de ver, por una vez por todas, cómo es Murakami en un ambiente más fantástico. Si les interesa sigan atentos al top volemic y los libros de turnos, me despido for now.








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