Constantinopla.
...
"Y entonces hubo un momento en el que, cansada de oír mis suspiros, la luna dijo mi nombre.
-¿Qué?- Insistí, quería volver a oírla y levanté la vista esperando ver la simple e insulsa luna de siempre, la albergadora del alma de Selene.
Pero ¿Qué era eso? La luna tenía un rostro, semidibujado, muy poco femenino, tallado por la mano de la ilusión ¿O era real? ¿Estaba realmente allí?
-Luna... concédeme un deseo...- Y mis palabras se desdibujaron en suaves y lastimeros susurros. En la lejanía la Luna lloró."
Pseudo-escritura y pseudo-Modelado por Mad Hatter.
4 de Mayo de 2015.
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